A pesar de montar el campamento en un merendero a los márgenes de la carretera y que el sol pegara fuerte, conseguimos dormir hasta casi las once de la mañana. No teníamos nada para desayunar así que recogimos los tiestos, nos montamos en el "3EB-Móvil" y pusimos rumbo a Turín. Para llegar hasta allí atravesamos parte de los Alpes franceses deleitándonos con el bellísimo paisaje de montaña, hasta tal punto que paramos el coche para grabar otro de nuestros vídeos en formato reducido aprovechando el extraordinario entorno.
Antes de llegar a Turín hicimos una gran parada en un "Mc-wifi", en Rivoli, para actualizar el blog y contactar con un par de amigos que vivían en la ciudad consagrada al diablo por si tuviéramos suerte a la hora de dormir. Y en efecto, el Gran Lorenzo nos acogió. Primero nos ofreció una cochera donde plantar la tienda pero después de que hiciera un par de llamadas y tras una serie de malabarismos terminamos de nuevo durmiendo en un Hotel por gentileza, otra vez, del Universo. El Hotel, regentado por un chino que hablaba italiano con perfecto acento turines, era precioso. Su arquitectura antigua, la luz y su olor dejaban entrever mil historias impregnadas aún en el aire.
A la mañana siguiente partimos hacia el centro y tocamos bien pasado el medio día en la "Piazza Castello". No tuvimos mucha suerte, ya que Turín es una de esas ciudades que se vacían en verano, con lo cual no había mucha gente por las calles. Pero nosotros aun así tiramos la caña y a pesar de todo conseguimos salvar el día. Al atardecer nos fuimos al "Monte dei Cappuccini" para grabar otro de nuestros vídeos aprovechando la maravillosa puesta de sol y la noche la pasamos en casa del Gran Alessio, que nos ofreció un sitio para dormir. Al día siguiente, después de un espléndido desayuno pusimos rumbo Ginebra, Suiza.
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